La Canción de Eva
12 esencias para trabajar los arquetipos femeninos
Las Mariposas son una familia de flores que, en su mayoría, comparten, como esencias, una profunda acción sobre el despertar del sentimiento de seguridad existencial de la persona y el sanar las heridas de carencias, abandonos, rechazos y desamparos sufridos en la primera infancia. Sin embargo, cada una de ellas actúa en aspectos particulares y propios que pueden vincularse con las huellas arquetípicas grabadas en el alma femenina, en el proceso de su evolución.
En este set se presentan doce Mariposas, con la finalidad de abordar diferentes aspectos (prototipos y arquetipos) de la mujer, presentes tanto como tendencias de personalidad así como en actitudes, emociones y comportamientos. Tres de estas Mariposas están combinadas con elixir de obsidiana que les aporta una cualidad terapéutica particular.
La mujer esta prisionera (al igual que el hombre) de una biografía arquetípica que revive en su propia historia. Hasta que no corte esta atadura y sacuda su yugo no podrá disponer de la energía que cada arquetipo femenino retiene, atrapada en su sombra, y que priva a la conciencia de un empuje y una potencia necesaria para seguir evolucionando.
Los arquetipos, como concepto, representan las huellas de sucesos colectivos, reiterados y significativos por los que la humanidad ha transitado a lo largo de su desarrollo como especie. En este sentido son como la memoria de los eventos que los seres humanos no pudieron asimilados como aprendizaje. Al no ser vividos en su totalidad, no se pudieron elaborar y digerir y permanecen como núcleos encapsulados que no pueden dejarse atrás.
Estas marcas –reliquias, vestigios del ayer que se expresa en mitos, ritos y símbolos- han quedado grabadas en el inconsciente colectivo de los hombres como un fragmento que demanda ser experimentado, escuchado e integrado a la totalidad del Ser. En suma, conforman los apegos que la humanidad necesita disolver, lo estancado que requiere fluir.
Hay una ley que gobierna el alma: lo no aprendido se repite una y otra vez como una manera de señalar los pendientes sobre los cuales la humanidad debe trabajar para poder seguir avanzando, unirse más y prosperar como común-unidad. Lo no aprendido arquetípico se encarna en cada historia individual, de manera que, toda persona queda apresada (detenida, inmovilizada, aferrada, sujetada) no sólo a su propia biografía sino a la acción coercitiva del universo colectivo. Somos, en parte, cada uno de nosotros, los arquetipos en lo cuales la humanidad se encuentra encallada
Como señala Manuela Dunn Mascetti “Es el primer canto que debió de sonar hace más siglos de los que podemos contar y cuya melodía se ha oído sin cesar a lo largo de todos los credos y creencias de la humanidad, a veces perdida en las complejidades de la razón, la religión organizada o el patriarcado, pero siempre renaciendo otra vez para ser entonada por nuevas voces.”
Desde hace décadas la mujer esta intentando emerger de la falta de protagonismo personal, la clandestinidad, la sumisión y el sometimiento que el sistema social actual le impone. Esta posición secundaria de la mujer, fruto de una división de trabajo (el hombre produce y provee, la mujer se ocupa del hogar y los afectos, lo valioso son los bienes, las emociones perturban) no solo es consecuencia del ejercicio de la represión sino también del entrenamiento educativo que consolida un sistema de creencias inconcientes que funcionan como evidencias que ya no se cuestionan.
Esto ha sido tan eficaz que muchas mujeres han olvidado los caminos y herramientas para transformar su condición e inclusive aman las cadenas que las atan o dan por sentado que las cosas son deben ser según este orden. “La mujer es el sexo débil, necesitamos que nos protejan, no podemos valernos por nosotras mismas.”
La mujer debe conectarse con la energía femenina que implica, además, la recuperación de un sistema diferente de sociedad no basada en la violencia sino en la cooperación, no sostenida en la fuerza sino en el amor, que no destruya sino que una.
Si bien pueden combinarse entre sí, es preferible trabajar con cada uno de los remedios por separado, ya sea para sanar un atoramiento de la mujer en alguno de los arquetipos o cuando quiera despertarlo o desarrollarlo.
Es conveniente utilizar estas esencias en baja frecuencia (dos veces diarias) durante un tiempo prolongado y hasta lograr los objetivos que se desean. Pueden combinarse con otras esencias aunque insistimos en la prudencia de su uso unicista cuando se pretenda centrarse en un área específica.
Si se quiere que actúe más cercanamente al cuerpo físico recomendamos agregar elixir de diamante.
Los remedios han sido preparados, en origen, por el método solar y con agua de manantial con cuarzo, siguiendo las reglas establecidas por el Dr. Edward Bach para sus remedios florales y combinadas con elixires de metales (cada una con el correspondiente) preparados por el método spagyrico.
12 Esencias florales para trabajar los Arquetipos Femeninos / Creación del Dr. Eduardo H. Grecco MR
Seductoras y atrayentes, hacen de los hombres sus víctimas, no por intención sino por su modo de ser, narcisista
Para liberarse de las redes del patriarcado, que colocan a la mujer en condición de sumisión y dependencia
Es la mujer que se compromete seriamente, es leal y fiel pero cuando se siente traicionada puede reaccionar con violencia
Es la mujer niña e ingenua que no actúa por sí misma. Se siente atada a la relación con su madre, que no la deja crecer
Es la mujer que solo encuentra su realización en "ser madre". Es generosa, proveedora, servicial
Hay mujeres que se sienten prostitutas y se juzgan fuertemente por sus emociones, fantasías y deseos. Las invade la sensación de pecado
Es la mujer sabia, introvertida y concentrada en su experiencia interior. Silenciosa y poco apegada a los resultados
El temor a lo desconocido y al abandono anida en su alma y lo canaliza por la vía de la ensoñación y la fantasía
Muchas mujeres han sufrido abusos, maltratos y rechazos durante su infancia. Esto deja una herida emocional muy fuerte, que le dificulta amar y confiar en los otros
Es la mujer que trata a los hombres como a sus hermanos. Gusta de los desafíos y de participar en cosas que le resulten interesantes
Es la mujer que no se deja llevar por las emociones. Le gusta estar con hombres poderosos y defender los valores patriarcales
Es la mujer que está conectada con la sabiduría intuitiva pero que se revela, muy especialmente, cuando accede a disfrutar de una mayor libertad e independencia