Elixires de Gemas

El concepto creado por el Maestro Grecco, Direcciones de la Acción Floral, implica la posibilidad de utilizar elixires de gemas y metales, preparados de modo alquímico, para imprimir un cierto itinerario a las esencias florales,  dentro de la personalidad.

Las direcciones de la acción floral, están orientadas a por lo menos tres áreas diferentes de trabajo: las dimensiones, las funciones arquetípicas y las memorias de la personalidad. 

La información de cada elixir de gema aquí contenida es un desarrollo personal del Dr. Eduardo Grecco.

Este concepto trabaja los diferentes niveles de su estructura, que está organizada en cuatro cuerpos fundamentales: físico, etérico, emocional y mental. Hay otros modelos posibles, pero éste resulta práctico para nuestros intereses clínicos.

Cada síntoma posee una inscripción en cada uno de estos cuerpos de modo tal que la pregunta que nace en la tarea frente al paciente es ¿en cuál de ellos preferimos que actúen primariamente las esencias florales? Tenemos que partir del hecho que a la preparación habitual (dos gotas en un frasco de 30 ml) los remedios florales laboran sobre lo emocional, pero ¿qué hacer si queremos otra cosa?

Veamos un ejemplo: rigidez en la nuca. Hay un plano físico que tiene que ver con el endurecimiento muscular que en lo etérico se traduce como una congestión de energía (vinculada a la vulnerabilidad y la comunicación), que en lo emocional se relaciona con inflexibilidad, tozudez, ir por el mundo con anteojeras, y que en lo mental se ajusta a creencias basadas en que hay un único camino que se puede seguir, no puedo desviarme, si exploro otras posibilidades me va a ir muy mal, etc. ¿Qué aspecto de todos estos quiero trabajar?

Antiguamente, aumentando las gotas en la preparación del remedio para el paciente podíamos hacer un cambio de dirección. Hoy existen otros recursos.

  • Si agregamos dos gotas de elixir de Diamante la acción se dirige al cuerpo físico.
  • Si agregamos dos gotas de elixir de Rubí irá sobre lo etérico
  • Dos gotas de Lapislázuli irán sobre el mental.

Otro tanto ocurre con las instancias de la personalidad. La conciencia es una breve franja de la totalidad de la personalidad cuyo centro es el Yo. Por debajo (la alegoría espacial es pura metáfora) se encuentra la Sombra que es todo lo que rechazamos de nosotros mismos y que posee tres niveles de  inscripción: el personal (las emociones), el familiar (constelaciones familiares) y el colectivo (los arquetipos). La conciencia se separa de la sombra merced a la Máscara. Por encima está el universo de la Plenitud, es decir, de lo que somos como aún no desarrollado, nuestras potencialidades, nuestros talentos dormidos…

Adicionalmente, hay dos segmentos opuestos complementarios: Anima (afectos, nuestra imagen de mujer, etc.) y Animus (pensamiento, nuestra imagen de hombre, etc.).

Finalmente, el Si-Mismo totaliza y reúne los diferentes arquetipos en una tarea común. ¿Cómo hacer que una esencia trabaje preferentemente sobre uno de esos aspectos? Nuevamente agregando elixires de gemas: obsidiana para la sombra, zafiro para el Yo, jade para la Plenitud, topacio para nuestras máscaras.

En los casos del Anima y el Animus implica el manejo de esencias florales diferenciadas.

La personalidad no tiene una memoria única sino que su cartografía abarca planos de diferentes niveles de inscripción de los sucesos.

En primer lugar, cada uno de nosotros nace en una familia y carga con la memoria familiar. Mandatos, prohibiciones, promesas, secretos, maldiciones, etc., forman el núcleo de las constelaciones familiares. Todos heredamos estas grabaciones que condicionan nuestra vida y representan la voz de la conciencia familiar dentro de nosotros. A esto se le suma la fuerza de la memoria de la especie que, en forma de arquetipos (las emociones colectivas de la humanidad), pesan sobre nuestra historia. Por otra parte, todo lo vivido prenatalmente forma una memoria que tiene su eficacia en la formación de nuestras conductas, pensamientos y sentires.

Finalmente, está la propia historia que va desde el nacimiento hasta el hoy. El conjunto de estas memorias configura nuestra identidad como un sistema de creencias que nos guía en el camino de la vida.

Ocurre que muchos de nuestros síntomas, sueños y vínculos no solo expresan nuestra historia sino que reflejan niveles más arcaicos: familiares, prenatales, arquetípicos. ¿Cómo llevar la acción de una flor a cada uno de estos niveles?

El Onix direcciona una esencia floral a actuar sobre las constelaciones familiares.

Así, por ejemplo, si se quiere trabajar un patrón de odio, pero que está inscrito como patrón familiar en una persona, al Holly se le agrega Onix.

Onix y Obsidiana juntas (combinadas previamente por la técnica de constelación) son una buena herramienta para profundizar en el ”patrón arquetípico”.

En cuanto al nivel prenatal, si bien vamos avanzando en las investigaciones, todavía no hay suficiente evidencia que permita elegir un elixir para esta función, por lo cual seguimos usando Angélica.

1.-Dimensiones de la Personalidad       Cantidad de gotas a colocar

  • Cuerpo físico     2 de esencia en 30 ml + 2 de diamante
  • Cuerpo etérico     2 de esencia en 30 ml + 2 de rubí
  • Cuerpo emocional     2 de esencia en 30 ml
  • Cuerpo mental     2 de esencia en 30 ml + 2 de lapislázuli

2.-Funciones Arquetípicas de la Personalidad

  • Yo     2 de esencia en 30 ml + 2 de zafiro
  • Sombra     2 de esencia en 30 ml + 2 de obsidiana
  • Máscara     2 de esencia en 30 ml + 2 de topacio
  • Plenitud     2 de esencia en 30 ml + 2 de jade
  • Anima
  • Animus

3.-Memorias de la Personalidad

  • Constelaciones familiares   2 de esencia en 30 ml + 2 de onix
  • Arquetipos   2 de esencia en 30 ml + 2 de onix + 2 de obsidiana), preparadas constelarmente
  • Prenatal    2 de esencia en 30 ml + 2 de angélica
  • Historia posnatal    2 de esencia en 30 ml