El viaje de PSIQUE & EROS
Para vivir en pareja
Eduardo H.Grecco
El peso que cargamos del ayer de experiencias personales, biográficas, almáticas y constelares constituye una fuente significativa de los conflictos de pareja, ya que a veces, impide el libre fluir en los encuentros.
Las relaciones, al igual que el cerebro, se alimenta de problemas. Tener problemas no implica tener conflictos sino una posibilidad de crecer.
Los conflictos son inventos yoicos para no aprender lo que la vida nos propone. Es que, las relaciones de pareja son un espacio propicio para realizar la tarea de aprendizaje de nuestra alma.
El otro no es solo un espejo que nos devuelve lo que no vemos de nosotros, sino que, además, es maestro en nuestro proceso de evolución.
21 FÓRMULAS:
- Diálogo y escucha: cuando el problema es no poder hablar de lo cotidiano, de los afectos, de los sentires, no tener la capacidad de escuchar al otro o tener dificultades para ponerse en el lugar y en la perspectiva de con quien se está en pareja.
- Convivencia: cuando el problema es el diario vivir, armonizar lo cotidiano, acordar sobre lo habitual, respetar los espacios, haceres y tiempos del otro.
- Compartir el amor: cuando el problema consiste en amores partidos, infidelidades, amantes o cualquier otra circunstancia en donde la relación este dificultada por terceras personas o actividades, presentes o del pasado.
- Incomunicación sexual: cuando existe alguna incompatibilidad, insatisfacción o conflicto en el plano de la sexualidad, erotismo o intimidad.
- Diferencias ideológicas: cuando haya cuestiones ideológicas, valores o creencias que separan a la pareja y llevan a discusiones, malos entendidos o distanciamientos.
- Eventos traumáticos: la presencia de situaciones traumáticas o adversas, individuales o de los dos, puede convertirse en un obstáculo que cree muros en la pareja y la separe. Esta fórmula reconecta y enseña a procesar en pareja la adversidad.
- Presiones exteriores: cuando situaciones exteriores a la vida de la pareja, como estrés laboral, dificultades materiales, etc., resiente la pareja y se transforma en fuente de conflictos.
- La familia de la pareja: en ocasiones la familia de alguno de los integrantes de la relación se convierte en motor de conflicto y genera problemas, discusiones y enconos en la pareja. También para romper con las tradiciones de la familia de origen y generar las propias.
- Dinero común: el dinero es energía. Cuando en la pareja hay dificultades para el manejo en común del dinero, no poder sentir que es de ambos o cualquier otra cuestión en donde el dinero se convierte en tema de poder o no se comparte entre ellos.
- Relación con los hijos: cuando no se tiene un proyecto común en gestar o como cuidar a los hijos.
- Futuro incierto: las parejas que gozan de buena salud como tales son, en parte, aquellas que comparten un proyecto en común. Se ven juntas y, por tanto, actúan en conciencia a esta posibilidad. Pero cuando los miembros de la pareja tienen dudas de estar el uno con el otro, entonces nacen dificultades que, con frecuencia, llevan al quiebre de la relación.
- Monotonía y rutina: cuando la monotonía y la rutina lleva a la pareja a perder el interés en la relación, en las ganas de compartir, estar juntos, tener intimidad sexual, etc.
- Dependencia emocional: un problema frecuente de las relaciones es la dependencia afectiva, la incapacidad de tener autonomía que los lleva a vivir la vida a través del otro. Autoestima baja y adicción a la pareja.
- Decepción: cuando el problema es que las expectativas poco realistas, de la pareja, lleva a la desilusión porque el otro no es cómo nos habíamos imaginado o la vida de pareja no es la soñada.
- Celos, envidia y competencia: cuando sentimientos de desconfianza u hostiles se convierten en motivo de enfrentamiento, suspicacia, entredicho o recelo en la relación.
- Comunicación disfuncional: cuando la comunicación se basa en la agresividad pasiva o activa, la culpabilización, en el “quien tiene la razón”, etc.
- Falta de tiempo juntos: cuando la pareja carece de tiempo de calidad para compartir y compartirse. Puede estar causado por problemas de conciliación familiar, exceso de responsabilidades, demasiado tiempo dedicado al trabajo, etc. Incluye compartir tiempo sin haber comunicación significativa.
- Malos tratos: cuando en la pareja hay abusos, malos tratos o negligencias, ya sean verbales, físicas o sexuales. Cuando algún miembro de la pareja impide al otro su desarrollo personal o chantajea emocionalmente.
- Relaciones tormentosas: cuando en una pareja lo que los une es el conflicto, la agresión mutua pero que son incapaces de separarse o detener el proceso.
- Reciprocidad: cuando el problema es un desbalance crónico entre dar y recibir, o incapacidad para pedir lo que se necesita, que conduce con el tiempo, a un vínculo tóxico. Cuando alguno siente que da demasiado de él o no puede poner límites.
- Problemas de amor: cuando el problema es la disolución del amor. ¿Qué camino seguir? Se puede reencantar el amor si aún existe, pero si no lo hay, ayuda a seguir adelante en paz.
Dosis sugerida: diluir 2 gotas en un frasco gotero de 30ml con agua y tomar 4 gotas 4 veces al día.
*No se venden de manera individual
www.taypiwara.com – Chile
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